Aunque está en una playa del Sur, Juan Reynoso no puede sacar de su cabeza a Universitario. Sólo espera que le den la oportunidad para otra vez vestirse de crema.
-¿Qué sientes al estar tan cerca de la U?
-No es momento de seguir especulando o alimentando supuestos, espero que pronto la directiva tome partida por un técnico y lo apoye. No sé si sea Juan Reynoso, Del Solar, Markarián o Compagnucci.
-Tu experiencia en el fútbol mexicano, el conocer el medio y haber jugado la Libertadores con Bolognesi son tus cartas. ¿Te seduce el proyecto crema?
-Ese es un plus adicional y a diferencia de 'Bolo', la U ya tiene un proceso donde jugadores han quemado etapas y algunos se consolidaron, eso es una ventaja. Y en agradecimiento a lo que me dio la U y el fútbol peruano, me gustaría volcar muchas cosas.
-La experiencia mexicana...
-Por lo poco que hablamos con la gente del club, sé que están llanos a impulsar las divisiones menores, que la institución vuelva a ser la élite del fútbol peruano e incorporar a gente que ayude para eso.
-Y muchos creen en ti.
-(Ríe) Bueno, yo estoy atado de manos ahorita, como Compagnucci, y esperando que los directivos resuelvan. Vender humo (mentir) con acento distinto no sirve. En este país hay mucho talento. Después de trece años me tocó venir y lo que hace falta es trabajo. No estamos en los tiempos donde llegaba un extranjero y hablándonos bonito nos convencía. Por eso a uno que trata de labrarse un futuro como técnico le duele que, por más que te prepares, por pleitos antiguos o conceptos infundados tengas la contra de tus propios paisanos y tiren abajo la proyección de un técnico que puede ser interesante, no sólo para la familia y mi cuerpo técnico, sino para el país.
-Ahí están el Chino Rivera campeón con San Martín y Franco Navarro que salvó al Aurich del descenso.
-Exacto. A mí tocó ser muchos años extranjero en México, pero que si viene alguien que sea del perfil de Sergio (Markarián), de Ricardo Gareca, de Richard Páez con prestigio en Sudamérica, apuntemos a eso. No gente que venga a consolidarse aquí y le quite espacio a un peruano. El Chino Rivera llegó por accidente y a Franco (Navrro) lo avaló su pasado como jugador. Tratemos que esos accidentes se repitan.
-¿Qué sientes al estar tan cerca de la U?
-No es momento de seguir especulando o alimentando supuestos, espero que pronto la directiva tome partida por un técnico y lo apoye. No sé si sea Juan Reynoso, Del Solar, Markarián o Compagnucci.
-Tu experiencia en el fútbol mexicano, el conocer el medio y haber jugado la Libertadores con Bolognesi son tus cartas. ¿Te seduce el proyecto crema?
-Ese es un plus adicional y a diferencia de 'Bolo', la U ya tiene un proceso donde jugadores han quemado etapas y algunos se consolidaron, eso es una ventaja. Y en agradecimiento a lo que me dio la U y el fútbol peruano, me gustaría volcar muchas cosas.
-La experiencia mexicana...
-Por lo poco que hablamos con la gente del club, sé que están llanos a impulsar las divisiones menores, que la institución vuelva a ser la élite del fútbol peruano e incorporar a gente que ayude para eso.
-Y muchos creen en ti.
-(Ríe) Bueno, yo estoy atado de manos ahorita, como Compagnucci, y esperando que los directivos resuelvan. Vender humo (mentir) con acento distinto no sirve. En este país hay mucho talento. Después de trece años me tocó venir y lo que hace falta es trabajo. No estamos en los tiempos donde llegaba un extranjero y hablándonos bonito nos convencía. Por eso a uno que trata de labrarse un futuro como técnico le duele que, por más que te prepares, por pleitos antiguos o conceptos infundados tengas la contra de tus propios paisanos y tiren abajo la proyección de un técnico que puede ser interesante, no sólo para la familia y mi cuerpo técnico, sino para el país.
-Ahí están el Chino Rivera campeón con San Martín y Franco Navarro que salvó al Aurich del descenso.
-Exacto. A mí tocó ser muchos años extranjero en México, pero que si viene alguien que sea del perfil de Sergio (Markarián), de Ricardo Gareca, de Richard Páez con prestigio en Sudamérica, apuntemos a eso. No gente que venga a consolidarse aquí y le quite espacio a un peruano. El Chino Rivera llegó por accidente y a Franco (Navrro) lo avaló su pasado como jugador. Tratemos que esos accidentes se repitan.
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